Enciende el cepillo: Conecta el cepillo alisador y ajusta la temperatura según tu tipo de cabello. Para cabellos finos o dañados, usa una temperatura baja (150-170°C); para cabellos gruesos o rizados, una temperatura más alta (180-230°C).

Divide tu cabello: Separa tu cabello en secciones pequeñas para facilitar el alisado. Puedes sujetarlo con pinzas o clips.

Pasa el cepillo por tu cabello: Coloca el cepillo cerca de la raíz y deslízalo lentamente hacia las puntas, asegurándote de cubrir toda la sección. No es necesario presionar, el calor del cepillo hace el trabajo.

Finaliza: Una vez que hayas alisado todo tu cabello, puedes aplicar un poco de aceite o serum para darle un acabado brillante y suave.

Resultados Duraderos: No solo alisa tu cabello, sino que también controla el frizz, dejándolo liso y manejable durante todo el día, incluso en climas húmedos.

Compacto y Portátil: Su tamaño compacto hace que sea fácil de llevar a cualquier parte, ideal para viajes o retoques rápidos en cualquier momento y lugar

Menos Daño, Más Salud: Gracias a su tecnología de cerámica y iónicos, reduce el daño por calor, protegiendo la salud de tu cabello mientras lo alisas.